viernes, 11 de junio de 2010

Todos los niños querían ser Pelé







Todos menos yo. Yo quería ser George Best, para mí el mejor del mundo, aunque jugando con diez bultos más en Irlanda del Norte (nació en Belfast) difícil lo tenía para ganar algo importante (nunca jugó un mundial) a pesar de que, a nivel de clubs, había ganado con el Manchester United la copa de Europa en 1968, diez años después de la catástrofe de Munich. Este hecho hizo que fuese elegido balón de oro ese mismo año.
En algún momento se le conoció como "el quinto beatle". Bueno, de hecho en la Costa del Sol y España en general se le llamaba "el Bitle".



El que pudo ser el mejor (curiosamente, su apellido en inglés, best,  significa precisamente eso, "el mejor") futbolista de todos los  tiempos, se convirtió en play-boy habitual de la Costa del Sol  malagueña, dejándose querer por misses y famosas (macizoides-neumático-güenorras).



                                                             












Naturalmente, el maravilloso pelotero se perdió para el deporte (en Cádiz sabrán algo de eso: hubo una vez uno que ahora anda de taxista en San Salvador...) Ni se cuidaba nada, ni se lo tomaba en serio: creo que se aburría mogollón dada su facilidad para que nadie le quitara el balón.






Ya retirado, se "dedicó" al alcoholismo crónico. Escándalos (incluso fue a prisión por conducir borracho y agredir a un policía. Esto ocurrió en 1984 y 20 años más tarde, en 2004, volvería a ocurrir, a pesar de que a finales del 2002 se le había transplantado el hígado: semanas después de esta operación, en 2003, apareció públicamente bebiendo vino blanco), divorcios (en 1986 y 2004), apariciones en público completamente ciego, como ocurrió en un show televisivo de la BBC... en fin, un rosario de sufrimientos y un cúmulo de despropósitos; como todos los genios "malditos".






En octubre de 2005 fue ingresado en UVI por un problema en los riñones y mes y medio después moriría, a los 59 años. 





 El tabloide News of the World publicó su foto en portada con una frase  al pie que fue su último mensaje: "Don´t die like me" (no muera como  yo).
Aparte de esta última, de entre las frases que dejó en sus múltiples entrevistas para los medios británicos, he elegido estas:

-"Tenía una casa en la playa pero había un bar de camino: nunca llegué a ver el mar".
-"Mucha gente va diciendo por ahí que me he acostado con siete Miss Mundo, pero sólo han sido tres".
- "He dejado de beber, pero sólo cuando duermo".
- "Si perdía la pelota era un insulto personal y la quería recuperar. Sí señor, me fastidiaba mucho que me la quitaran, porque era mi pelota".
- "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol: fueron los peores veinte minutos de mi vida".
- "He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches. El resto lo he malgastado".
- "Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía".
- “Hace unos años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo, iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas”
-“Antes, Robert Redford era un tipo muy atractivo. Ahora, mírale, está flojo, tiene la piel colgando y de un color muy extraño”.
-“No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien”(opinando de Bekham)




Y como empieza el Mundial de Fútbol (más sofá) y recuerdo eso, que todos los niños querían ser Pelé -menos yo, ya he dicho- recitaré de carrerilla la alineación de Brasil 1970, campeona del mundo: Félix; Carlos Alberto, Brito, Piazza; Clodoaldo, Everaldo; Jairzinho, Gerson, Tostao, PELÉ y Rivelino. Casi ná. Pero yo... yo quería ser Best.

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