lunes, 10 de marzo de 2008

Vaya tela . . .

Tras recibir algunos gañafones y dentelladas en mi época de domador decidí apartarme a recónditos y agrestes lugares con la intención de restañar mis heridas y reponer mi maltrecha salud . Pensé que manteniéndome apartado de las fieras corrupias evitaría accidentes similares al ocurrido cuando empeñé los utensilios propios para la doma de tan agresivos bicharracos . Sin embargo ví que , comparados con otras alimañas de las que fuí tomando conciencia y conocimiento , eran mansas ovejitas y que , al menos , atacaban de frente , algo de agradecer si tenemos en cuenta lo traicionero y taimado de las " nuevas " dañinas sabandijas y carroñeros a los que he ido y voy enfrentándome . De toda esta multitud de asquerosos animalejos , algunos - la mayoría - han salido mal parados en el mejor de los casos si no han quedado fulminados en sus intentos por hacerme daño . Podría citar a las ya conocidas pirañas del Orinoco , cocodrilos del Nilo , escorpiones del Kalahari , hienas del Serengheti , buitres leonados de Olvera . . . ¡ animalitos ! ¡ Como se topen con una pedazo de víbora gigante que yo me sé , están apañados !
A mi ma dao un bocao la hijaputa en tól nabo y aunque tengo el antídoto , llevo mareao doho tré día y con una fatiga que me viene de véhen cuando que parece que ze me vá zalí r corazón por la boca . BFFFFUUUFF

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